martes, 18 de noviembre de 2014

El Museo del Oro, cuna de historia

Casa de la Aduana- Santa Marta- historias relatadas en un mismo lugar.


Por: Adriana Serpa

Museo del Oro Tairona
En el transcurso de los años, el ser humano  no ha apreciado la riqueza de la cultura magdalenense, y mucho menos sobre la historia que hay detrás de cada rincón de este departamento.
La cultura es esencial en la vida de cada uno de los seres humanos, conocer de dónde vinimos, cuál es  nuestro pasado, cómo llegamos, de dónde llegamos, nos hace personas sabias e interesadas en saber quiénes somos. 

En la ciudad de Santa Marta, en la calle Segunda con carrera 14 en una esquina pintoresca y visitada por los turistas, se encuentra ubicada la Casa de la Aduana, en donde en su interior está el Museo del Oro,  allí  están  recopilados años de cultura de la Sierra  Nevada de Santa Marta, del Magdalena y de la ciudad en si.   Los cuales están expuestos a la luz pública para que las personas conozcan de sus raíces y los extranjeros de nuestra cultura e historia.

Más que un museo una historia rescatada

Las vivencias, los recuerdos, nuestros antecedentes, nuestra historia, todo en un solo lugar. 

Por: Yiseth Rodríguez



La  gente de la Sierra Nevada de Santa Marta 

La Sierra Nevada de Santa Marta es la cuna de los Tairona, los más representativos del país, concentra la sabiduría de la naturaleza y la indígena. Cada paso hacia su interior es un encuentro con una belleza y exuberante  únicas en el mundo.  Los diversos pueblos indígenas se comunicaban por medio de caminos de piedra. Habitaban bohíos circulares sin ventanas y con techos de palma sobre terrazas de piedra.

La cultura que habitó la Sierra Nevada, antes de la llegada de los españoles y la Colonia, fue la Tairona. Con la conquista, su población de alrededor un millón de personas disminuyó hasta desaparecer. Hoy, sobreviven cuatro comunidades indígenas que conservan diversas tradiciones ancestrales y que suman alrededor de 30 mil personas entre los Koguis, los Arhuacos, los Wiwas y los Kankuamo.

Viajando por el pasado

El pasado sábado 25 de octubre abrió sus puertas al público en Santa Marta el Museo del Oro Tairona - Casa de la Aduana, un regalo del Banco de la República para todos los colombianos.

Por: Ana Lozano 


Museo del Oro Tairona- Casa de la Aduana 

Caminar, observar, deleitar nuestra mente con tan excelente información que en los pasillos de cada sala explorada encontraban en cada imagen o monumento la historia que muchos no conocen de nuestro país Colombia. Al entrar en ese mundo mágico donde se chocan con personajes que realizaron hermosas prendas y objetos, para subsistir, que hoy en día son tan valiosas y apetecidas por el público para admirar la firmeza que proyectaron nuestros descendientes y nos brindaron ideas para mejorar en la orfebrería y   en los vestuarios que habitualmente usamos.

La Casa de la Aduana  es la que recoge la memoria de Santa Marta y su región. Esta sala nos sirve de espacio para aprender más sobre la historia del Magdalena desde el período de la conquista, la figura de Don Rodrigo de Bastidas, las expediciones conquistadoras que surgieron desde Santa Marta al resto del país. Si pudiera hablar, nos contaría sobre los sucesos con los piratas y sus constantes saqueos e incendios  y nos narraría un poco de los conquistadores y  esclavos que fueron partícipes de tan importantes eventos.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Historias, leyendas, mitos y etnias culturales del Magdalena

Una zona de encuentro, de reflexión y diálogo sobre la vida de las personas que hacen parte de la Sierra Nevada de Santa Marta  y de la región Caribe, durante los últimos 2.000 años.  

Por: Gehannys Ruiz




Vestimenta y accesorios de los Arthuaco o Wintukua.


La Sierra Nevada de Santa Marta, actualmente está conformada por cuatro pueblos indígenas, los cuales son: Koguí, Arthuaco o Wintukua, Wiwa o Arsario y Kankuamo. La concepción que poseen estas comunidades es de suma importancia,  puesto que, ellos consideran que la Sierra Nevada  es el corazón del mundo y es una tierra sagrada de donde fluyen las fuentes de conocimiento y por tal razón, debe ser cuidada a través del respeto de los principios tradicionales y sobretodo espirituales.

Muy a pesar de que sus idiomas y sus vestimentas varían,  a ellos los une su visión de la creación y es una de las maneras por las cuales interactúan y  rigen una ley, la ley de Origen. Ley que está consagrada en cada esquina de la Sierra Nevada de Santa Marta, que guarda los principios y normas para la vida  material y espiritual de los indígenas.   

El comienzo de una mejor historia

Un lugar donde variadas voces hablan sobre el pasado y el presente del departamento del Magdalena.


Por: Yaneydis Mancera 


Parte exterior del Museo del Oro

La Casa de la Aduana, sitio simbólico del centro auténtico de Santa Marta, reabrió sus puertas el 25 de octubre del presente año. El nuevo Museo del Oro Tairona – Casa de la Aduana del Banco de la República, un lugar donde variadas voces conversan sobre el pasado y el presente del departamento del Magdalena.

Mejor organizada, restaurado detalle tras detalle y en las condiciones posibles mejoradas se encuentra actualmente el nuevo Museo del Oro Tairona – Casa de la Aduana en Santa Marta. Anteriormente la casa se encontraba en condiciones muy críticas y decepcionantes.

El Banco de la Republica dio un aporte importante para reconstrucción y transformación total a la renovación que inició la ciudad hace algunos años y que logró la salvación del centro auténtico para gracia de sus habitantes y como táctica para atraer al turismo nacional y extranjero que constantemente está en la ciudad.

Cuatro museos en uno solo

Un lugar de conocimiento y reconocimiento de la identidad de las personas del Magdalena.

Por: Loraine Orozco 



Museo del Oro.

En Santa Marta, una ciudad turística, una perla mágica que lo tiene todo, sol, playa, mar, arena entre sus casas arquitectónicas, esculturas, plazas y parques que la  embellecen; se encuentra la Casa de la Aduana, confiscada al gobierno español con la independencia de la ciudad, tras la batalla de Ciénaga el 10 de noviembre de 1820.

Funcionó como oficina del consulado de Cartagena entre 1823 y 1825, por lo que también fue llamada como casa del consulado. En 1830  se recibe al Libertador Simón Bolívar, enfermo y luego se trasladó a la Quinta de San Pedro Alejandrino donde fallece.

Fue declarada monumento nacional en 1970, y en 1979 el Banco de la Republica la adquirió para albergar allí el Museo del Oro Tairona, allí funcionó hasta el 2008, cuando las directivas se vieron obligadas a cerrar sus puertas para llevar a cabo la restauración del lugar  y fue así como  se trasladó a una sede temporal: la Biblioteca del Emisor en Santa Marta, vecina a la Casa, en donde funcionó hasta julio de 2014.