lunes, 17 de noviembre de 2014

Historias, leyendas, mitos y etnias culturales del Magdalena

Una zona de encuentro, de reflexión y diálogo sobre la vida de las personas que hacen parte de la Sierra Nevada de Santa Marta  y de la región Caribe, durante los últimos 2.000 años.  

Por: Gehannys Ruiz




Vestimenta y accesorios de los Arthuaco o Wintukua.


La Sierra Nevada de Santa Marta, actualmente está conformada por cuatro pueblos indígenas, los cuales son: Koguí, Arthuaco o Wintukua, Wiwa o Arsario y Kankuamo. La concepción que poseen estas comunidades es de suma importancia,  puesto que, ellos consideran que la Sierra Nevada  es el corazón del mundo y es una tierra sagrada de donde fluyen las fuentes de conocimiento y por tal razón, debe ser cuidada a través del respeto de los principios tradicionales y sobretodo espirituales.

Muy a pesar de que sus idiomas y sus vestimentas varían,  a ellos los une su visión de la creación y es una de las maneras por las cuales interactúan y  rigen una ley, la ley de Origen. Ley que está consagrada en cada esquina de la Sierra Nevada de Santa Marta, que guarda los principios y normas para la vida  material y espiritual de los indígenas.   


Mitos y leyendas
                                                                       
Se va el caimán’


La leyenda del Hombre Caimán es una de las historias de la cultura ribereña. Narra el mito, que un joven se convirtió en caimán para espiar a las mujeres cuando se duchaban desnudas en el río y en vista de esto, buscó una estrategia para poder hacer sus fechorías y  buscó  dos aceites que fueron innovados en la Guajira, uno para ser caimán y otro para retornar a su estado humano. Un día se untó el primero pero el segundo se le derramó, salpicándole la cara, lo que le  volvió su apariencia humana   únicamente en el rostro  y el brazo izquierdo y  desde entonces anda por el río Magdalena en forma de Hombre Caimán.



                                                                                                                                                                                                                                                                                                    El origen de la leyenda es Plato.



Etnias culturales

Palenques en Santa Marta

Se puede decir que gracias a los malos tratos que recibían los esclavos de los españoles, los  llevaron a que muchos de ellos con tendencia africana hicieran un plan de fuga. En las llanuras del Caribe, a lo largo del río Magdalena y en la Sierra Nevada de Santa Marta, los cimarrones encontraron lugares escondidos, dispersos  y fértiles para asentarse y rehacer su cultura en libertad, lejos de aquellos tormentos y desafíos por los que tenían que pasar.

Alrededor de la Sierra Nevada se crearon palenques en La Ramada (cerca de Dibulla), el río Palomino y Santa Cruz de Masinga, defendidos por empalizadas, grandes fosas y púas envenenadas.

Y cuando tuvieron esa independencia comenzaron los palenqueros  a elegir sus propias autoridades y reyes, como lo hacían  en sus reinos de África antes de que los españoles aparecieran en sus tierras, y comenzaron sus cultos y fiestas

combinadas y adaptadas con sus tradiciones. Sembraban mandioca, maíz, plátano, ñame, arroz, calabazas, frijoles, caña de azúcar, tabaco y algodón.

Los bogas en el Magdalena

Inicialmente fueron los indígenas que hicieron parte de esta actividad, luego  numerosos  esclavos de ascendencia africana, sirvieron como bogas o remeros. A fuerza de brazo, se lanzaban al hombro los costales  y  los  trasportaban en champanes y canoas por el río  y la ciénaga, aquellas mercancías traídas de Europa y los productos locales, como plátano y pescado, así como los viajeros de todas las nacionalidades.
Loa champanes fueron  hasta la llegada de los vapores, el principal medio de movilización entre  las fundaciones  españolas en la costa Caribe colombiana, las ribera del río y la Nueva Granada. 

Viajeros por el Magdalena en el siglo XIX                                     

Gaspard Théodore Mollien  (1796-1872)
Diplomático francés, arribó a Colombia en 1823 para explorar las posibilidades comerciales de país  y emprendió varios viajes: de Cartagena a Bogotá utilizando la ruta del río Magdalena, de Bogotá a Popayán.

Carl August Gosselman (1800-1843)
Viajero, comerciante y explorador sueco, visitó Colombia en dos oportunidades; entre 1825-1826 y luego en 1837. En su libro de memorias, Viaje a Colombia

1825-1826, en el que describe cómo fue su experiencia en su ascenso  en el río Magdalena, una de sus mejores experiencias.

 Élisée Reclus (1830-1905)

Geógrafo francés, creador de la Geografía Social y miembro anarquista de la Primera Internacionalidad. En 1855 llega a la Nueva Granada  aspirando fundar una colonia libertaria  en  la que primara la igualdad, y permanece aquí hasta 1857. Escribe un extenso relato sobre su estadía en la Sierra Nevada de Santa Marta: Voyoge a la Sierra Nevada de Sainte Marthe.   

Y un sin número de personas que han hecho parte de todas las maravillas del departamento del Magdalena, tanto que hicieron su propia versión desde cada uno de sus puntos de vista para contar más allá de la región Caribe.  






               
                                                                                                                                                                                                                                                                                       

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