lunes, 17 de noviembre de 2014

Más que una casa colonial

Desde el 2008 este lugar representativo para la ciudad, cerró sus puertas con el objetivo de realizar una rigurosa restauración, el 25 de Octubre del presente año el Monumento Nacional  hizo la reinauguración.


Por: Ana Escalante 

Periodo Nehuange

El Museo del Oro Tairona -  Casa de la Aduana del Banco de la República, durante seis años con la colaboración de historiadores, antropólogos, arquitectos, arqueólogos, entre otros, realizaron la restauración de toda la edificación con el fin de atraer al turismo y así seguir mostrando de forma didáctica nuestra cultura.  

Esta casa fue declarada Monumento Nacional por el Ministerio de Cultura. Se conmemora que el Libertador Simón Bolívar fue huésped y al fallecer, allí se realizó su funeral. Con su ubicación estratégica, se podía observar el movimiento del puerto y la producción del banano. A simple vista desde sus balcones se ve  nuestro mágico morro, que de una u otra manera fue una guía para la llegada de los piratas y conquistadores.

Actualmente la casa museo tiene una nueva dinámica, donde las guías realizan la presentación de cada una de las salas y así las personas pueden observar detalladamente y puedan explorar. Todas estas nuevas estrategias hacen que el recorrido sea más divertido y la forma como están divididas sus cuatro salas temáticas que fueron diseñadas con la ayuda de la comunidad, lo convierte visualmente muy atractivo y a la vez con un ambiente más fresco. Cabe resaltar que su ingreso es totalmente gratuito.


Como bien sabemos hay cuatro grupos indígenas que predominan: Aruacos, Wiwa, Kogui y Kankuamos. En el primer piso, se observan los dos periodos Prehispánico de la Sierra Nevada de Santa Marta que son Nehuange y Tairona. Estos comprenden desde      2 mil y 9 mil de nuestra era.

El periodo Nehuange se dedicaba a la pesca, explotación de sal, la caza y la agricultura de maíz y yuca. El periodo  Tairona a partir de 9 mil d.c.. Marcó con su complejidad en la construcción de piedras, como son los caminos, plazas públicas y terrazas de cultivos.
En general en este piso, se puede apreciar mucha diversidad en los animales representativos de la Sierra Nevada en todo su contexto, desde el Cesar, la Guajira y el Magdalena. Estos son el jaguar, el cóndor y el caimán. Los indígenas tomaban sus características más fuertes para poder realizar sus respectivas representaciones. Algunas de las piezas que se exhiben  no han sido estudiadas en su totalidad.

En un salón totalmente acondicionado y a su vez el más protegido por la seguridad del lugar, se observa la diversidad de piezas fabricadas en oro, allí se encuentran figuras exóticas con formas de búho, sapos, murciélagos, atractivos accesorios: collares, brazaletes, entre otros.

La segunda planta de la casa es la más recreativa, uno de los salones nos asombra con tres pantallas con personas del común hablando de Bolívar. En el gran pasillo se encuentras distintos murales por llamarlos así, con mensajes del Libertador como: ¨Los hijos de los esclavos que en adelante hayan de nacer en Colombia deben ser libres, porque estos seres no pertenecen más que a Dios ni sus padres los quieren infelices¨.
Sus paredes las invaden  letreros con diversa información de la ciudad como el fútbol: nos cuenta la historia de nuestro “Ciclón Bananero”, que en 1951, los samarios organizaron su propio equipo profesional al que llamaron Deportivo Samario.

Le sigue el “Inglés Muellero” que proviene de nuestro puerto, donde se daban intercambios de productos y esto iba acompañado del intercambio cultural.

Al finalizar en esta sala podemos ver tres canciones emblemáticas para la ciudad como El testamento, Rafael Escalona,  Santa Marta tiene tren, Crescencio Salcedo y los buenos tiempos de Carlos Vives.

En las otras salas restantes, sigue el  recorrido cultural como la historia de la casa, las transformaciones que ha tenido al pasar de los años, hay piezas representativas de la época como distintos platos, pico de botella, pipas para fumar tabaco, llamada la mesa criolla del Siglo XVIII.

Hay una pantalla de tv que muestra las comidas típicas entre esos el arroz de coco con pescado frito y el típico cayeye de guineo verde.
El Museo del Oro Tairona - Casa de la Aduana: allí se hace un recorrido donde múltiples voces dialogan sobre nuestras raíces culturales para reconocer sus huellas en el presente. Se resalta la labor de los pescadores, el caimán cienaguero y de Plato, entre otras.

Por último, se hace una muestra de la vestimenta de nuestros hermanos mayores, como el del hombre y de la mujer, las mochilas. Es importante que se visite este magnífico lugar y darnos la oportunidad de conocer un poco de nuestro ancestro y de una forma diferente. 

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