martes, 4 de noviembre de 2014

El inicio de una nueva muestra de arte

Comparte los objetos recuperados en excavaciones arqueológicas y luego introduce sucesos y procesos ocurridos desde la fundación de la ciudad hasta el día de hoy.

Por: Yei Alfaro 

Obras orfebres que reposan en el Museo del oro Tairona.

Luego de estar sometido a un proceso de restauración y adecuación, el Museo del Oro Tairona y Casa de la Aduana, abre nuevamente las puertas a todos los samarios y visitantes para que vivan la experiencia de relacionarse con la historia y los antepasados.
Este Museo nos brinda la oportunidad de ver un arte, que fue hecho por antiguas culturas indígenas de la región del Magdalena, dedicada a la arqueología de la Sierra Nevada de Santa Marta en los periodos Nahuange, lo que colecciona todas esas maravillosas cosas que existieron en ese tiempo del desarrollo de una de las primeras comunidades de orfebres, pescadores y agricultores de la región del norte de Colombia.


El Museo del Oro Tairona consta de cuatro salas temáticas. Cuatro salas en las que se encuentran elementos propios de las raíces culturales que son tan importantes y que vale la pena conocer, admirar y comunicar. En cada una de ellas se dan a conocer características diferentes de Santa Marta y también del Magdalena.

Una de las salas se llama ‘Sociedades Prehispánicas’, en esta se encuentran todos esos grupos indígenas que habitaron en la Sierra Nevada de Santa Marta, y se resaltan las actividades a las que se dedicaban como la elaboración de elementos en cerámica y la orfebrería, una actividad bastante conocida y llamativa. Además se resaltan aquí los elementos que utilizaban para los rituales y ceremonias propias y características de sus creencias.

En otra de las salas se evidencian los cambios a los que fue sometida esta Casa de la Aduana, y los elementos que fueron descubiertos durante su remodelación y cómo ha ido evolucionando la ciudad, los ataques de piratas por los que pasó, batallas y demás aspectos de la historia de la ciudad.
Bolívar estuvo aquí, es el nombre de otra sala temática en la que gracias a una línea del tiempo se recrea la vida del Libertador y las actividades más importantes que llevo a cabo.

Una de las salas más importantes es: ‘La gente del Magdalena’, un espacio dedicado a exaltar la cultura de los pobladores de esta región del país, las actividades que realizan y cómo es la vida y el desarrollo en algunos corregimientos magdalenenses. Las distintas etnias indígenas que hay en este departamento están representadas mediante elementos utilizados por las personas que las componen, como por ejemplo: vestimenta, instrumentos musicales, platos típicos, entre otros.


Lo que más puedo destacar de esta sala es, por decirlo de alguna manera, la exaltación a las actividades de los samarios, en especial a la pesca. Esta actividad propia y característica de los pobladores de Taganga, una zona bastante conocida de Santa Marta, en la que los pescadores aprenden a desempeñar esta labor por la enseñanza de los mayores. 

Es importante que en Santa Marta se rescaten lugares como este que ayudan al fortalecimiento de la cultura y a que todos nos empapemos del pasado. “Ya era hora de que se adecuara este lugar”, es quizás el pensamiento colectivo de las personas que se acercaron a disfrutar de la apertura de este sitio y de las novedades que se implementaron.






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