La ciudad sigue
viviendo uno de los peores momentos por cuenta de la escasez del agua, teniendo
a toda su comunidad atenta a una pronta y eficaz solución.
Por: Luis Eduardo Barranco
La
noticia de hoy y de todos los días en el Distrito magdalenense no es otra: el
agua escatima sin contemplación alguna en los hogares samarios, sin pedir
permiso o avisar por qué, mientras los moradores de la ciudad aclaman por la
consistencia del flujo del preciado líquido, sin saber a ciencia cierta cuál es
la razón puntual por la que escasea.
Por
tal motivo, para tener una noción de cuál es el conocimiento que tiene la
comunidad sobre la problemática del agua, se aplicó una encuesta de 9
preguntas a 30 personas residentes de
Santa Marta, tomando como base el nivel de cultura que posee cada individuo de
los elementos que ejercen presión en la sequía: planes de contingencia llevados
a cabo por la alcaldía y Metroagua, principales motivos que influyan en la escasez,
entre otros. Todo esto, con el fin de interpretar como percibe la información
que se le debe brindar a la población samaria sobre el problema.
Cuestionario aplicado
En
la primera pregunta de la encuesta se cuestionó: ¿A quién responsabilizaría
usted por la escasez del agua en Santa Marta? Los datos arrojaron que el 43,3% acusa
al Distrito. Por otro lado, el 10% afirmó que la culpa recaía sobre Metroagua.
Asimismo, el 6,6% responsabiliza a la ciudadanía en general. Y el 16,6% de los
encuestados, señala que la culpa no es de nadie.
En
la segunda pregunta: ¿Cuál considera usted que sea el motivo para que no haya
agua en la ciudad? Los datos arrojaron que el 33,3% de las personas, apunta a
negligencia de Metroagua. De igual modo, el 43,3% señala que se debe a
negligencia de la alcaldía. Por otro lado, el 13,3% afirma que el motivo es el
desperdicio de agua por parte de la ciudadanía en general. Y el 10% de los
encuestados, atañen que la escasez es por la sequía y la desforestación.
En
la tercera pregunta: ¿Conoce usted en qué estado se encuentran los ríos en
Santa Marta actualmente? Los datos lanzaron que el 83,3% de las personas
conocen el estado actual de los ríos. Mientras que el 16,6% no tienen noción
alguna.
En
la cuarta pregunta: ¿Sabe cuáles son los principales ríos que abastecen a la
ciudad? ¿Cuáles son? Los datos lanzaron que el 66,6% de la comunidad
encuestada, sí conoce los ríos. Mientras que 33,3% no los conocen. De las 20
personas que respondieron afirmativamente, 15 conocen 2 de los 3 ríos, mientras
que las otras 5 personas sólo conocen 1 de los 3 ríos.
En
la quinta pregunta: ¿Siente usted que de alguna manera se pudo evitar la problemática
que padece la ciudad por la sequía del agua? ¿Cómo? Los datos lanzaron que el
90% de los encuestados, sí cree que se pudo evitar la sequía que padece la
ciudad. Mientras que el 10 % considera que no se pudo evitar. De los 27
encuestados que respondieron afirmativamente, 15 personas concuerdan que con
una planeación previa de la problemática por parte de la alcaldía, se pudo
evitar. Sin embargo, otros 7 sostienen que Metroagua debió prever lo que
sucedería y gestar a su vez soluciones a largo plazo, con el fin de evitar la
problemática actual. Y asimismo, 5 personas determinaron que toda la población
debió ejercer control sobre la tala de árboles en la sierra, responsable en
gran parte de la sequía.
En
la sexta pregunta: ¿Es de su conocimiento el depósito de basuras en el que se
ha convertido el río Manzanares? Los datos arrojaron que el 76,6% de los
encuestados, manifestó que sí conoce el caso del río Manzanares. Mientras que
el 23,3% no tiene idea de las basuras depositadas en el río.
En
la séptima pregunta: ¿Conoces cuáles son los planes de contingencia que ha
implantado el Distrito, el gobierno nacional o Metroagua? Los datos lanzaron
que el 46,6% de las personas encuestadas, respondió que sí conoce los planes de
contingencia. Mientras el 46,6%, afirmó no saber nada al respecto.
En
la octava pregunta: ¿Es de su conocimiento el decreto que promulga sanciones
para aquellos que desperdicien el agua? Los datos lanzaron que el 16,6% de los
encuestados, sentenció que sí conocía sobre el decreto que sanciona el
desperdicio de agua. Mientras que el 83,3% respondió no tener conocimiento de
éste.
En
la novena pregunta: ¿Cuál considera usted que sería la solución más viable para
solventar la escasez de agua en la ciudad? Los datos arrojaron que el 50% de la
población encuestada, afirmó que la solución sería el inicio del ciclo de
lluvias. Por otro lado, el 10% sentenció que el ahorro de agua sería la opción
más viable de solución. Asimismo, el 33,3 % concordó que la construcción de una
nueva planta procesadora de agua es una solución definitiva a futuro. Y el 6,6%
respondió que la destitución de Caicedo es la opción más viable.
La verdadera escasez
Desde
marzo del año pasado, Santa Marta empezó a mostrar los primeros estragos de la crisis
del preciado líquido. Sobre esta problemática se han concebido muchas hipótesis
que justifiquen la sequía: incendios forestales en zonas aledañas a la Sierra
Nevada y en complejos lagunares (Ciénaga Grande), la falta de una
infraestructura básica para el suministro del agua, los cambios bruscos del
clima, entre otros factores.
De
acuerdo con la publicación del 18 de julio del año en curso, en El Espectador, la inconsistencia en el flujo del agua ha
producido que varios hoteles de la ciudad cierren sus puertas al público, por
causa de los racionamientos que ha implementado la ciudad como medida para
contrarrestar el problema. Todo esto ha repercutido en la baja población de
extranjeros y vacacionistas en la zona turística.
En
la carrera de la alcaldía por racionar el agua en la ciudad, se ha implementado
un “pico y placa” en restaurantes y centro comerciales, ocasionando el
descontento de los propietarios, por los altos costos en las facturas del
acueducto y los dineros adicionales que les toca pagar para abastecerse.
El
Distrito y la Unidad Nacional de Gestión
de Riesgo y Desastres, tienen planeado instalar plantas desalinizadoras para
abastecer las zonas del Rodadero, Pozos Colorados y Taganga, donde se concentra
buena parte del turismo.
Según
boletines de prensa de la alcaldía de Santa Marta, el burgomaestre, Carlos
Caicedo Omar, empezó a desarrollar los múltiples planes de contingencia generados
para abastecer de agua potable a la Ciudad. Todo esto con el apoyo de la Unidad
Nacional de Gestión de Riesgo y Desastres.
Se
han puesto en operación 3 pozos por parte de Metroagua, operadora del sistema
de acueducto en Santa Marta, y 4 más por la alcaldía, como medida a corto plazo
para reducir el déficit de agua en la ciudad. Cada uno de estos pozos produce
20 litros por segundo.
Para
concientizar a los habitantes de la problemática sobre la sequía y las formas
más óptimas para ahorrar el consumo de preciado líquido, Metroagua, en ayuda
conjunta con líderes comunitarios, ha generado charlas en diferentes sectores
de la ciudad de manera dinámica.
En
esta iniciativa de sensibilización han participado entidades oficiales,
privadas, colegios, universidades y la comunidad en general. Todo esto ha
permitido que Metroagua haya podido solucionar la falta de agua en gran parte
de la ciudad.
Boletines
de Metroagua reportan que las campañas de sensibilización han capacitado a más
de 1.200 personas de diferentes instituciones educativas e industriales durante
el primer semestre del año en curso.
Una
de las medidas más relevantes para la distribución equitativa del agua en la
ciudad se lleva a cabo con la ayuda de
carrotanques que toman agua del río Toribio y el pozo Bureche. El agua se
deposita en tanques de 5 mil y 10 mil litros, establecidos en diferentes puntos
de la ciudad, con el fin de que la misma comunidad se abastezca
.
.
Actualmente,
Santa Marta tiene alrededor de 7500.000 habitantes, pero el preciado líquido
alcanza para 350.000 personas
¿Cómo se vive la falta de agua en Santa Marta?
Un
artículo reciente de El Tiempo, revela como los habitantes de Santa Marta viven
un viacrucis diario por causa de la violenta sequía. El fuerte verano ha
provocado que el suministro del líquido baje en un 60 por ciento.
La
rutina diaria del samario ha cambiado para adaptarse a la condición actual de
la ciudad. En los barrios donde ha golpeado más la escasez del preciado
líquido, las personas tienen que bañarse con balde y totuma. Con esa misma agua
descargan los inodoros. Les toca lavar los platos en recipientes y prescindir
del uso de la lavadora, para hacerlo como en los tiempos de antaño: a mano, si
le es permitido por el flujo inconsistente.
En
Villas del Libertador II, por ejemplo, los habitantes no concilian el sueño.
Los fines de semana no duermen tranquilos. Desde la noche del viernes hasta la
madrugada del lunes, días programados por Metroagua para prestar el servicio de
acueducto, tienen que levantarse varias veces para ver si ya llegó el agua y
así conectar una motobomba que mande el líquido a las albercas de sus hogares.
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