martes, 20 de mayo de 2014

Lugar olvidado por samarios

Actualmente museo etnográfico.
Por: Sergio Pérez 

Conocida como la bahía más hermosa de América, Santa Marta se proyecta como una ciudad moderna gracias a las diferentes obras de infraestructura que se han desarrollado. La urbe cuenta con excelentes dotes turísticos y junto al agradable ambiente samario hacen que la ciudad sea un atractivo para los turistas y atrape a los nativos para enamorarse cada vez más de esta. 

El pasado de un antiguo edificio

Este edificio albergó el hospital central de la ciudad de Santa Marta por más de dos siglos. Fue atendido en sus inicios por los religiosos de la orden San Juan de Dios, de ahí su nombre, y más tarde, quedó bajo la atención de las hermanas de la Presentación de la Santísima Virgen de Tours. 





En aquella tarde cuando inspeccionaba el lugar tuve una pequeña conversación con Carmen Elaine Pinedo, nativa de la ciudad que conoce parte de la historia del hospital ´´cuando era niña sí recuerdo que aquí atendían a los enfermos pero hoy en día existe una disputa entre lo que es la iglesia, el gobierno y la Universidad del Magdalena, hay una constante discusión sobre quién tomará el lugar y cuál es su propósito´´,  afirmó. Al escuchar tan intrigantes palabras fueron más mis deseos sobre saber qué era de ese lugar y su significado hoy en día.

La historia de Santa Marta está enmarcada por una serie de sucesos y lugares que se han impregnado en la cultura samaria pero estos acontecimientos han sido olvidados por el pueblo; uno de ellos es el antiguo hospital San Juan de Dios.

Al investigar más sobre el pasado de este hospital encontré que, en 1991 cuando se terminó de construir el nuevo hospital central de Santa Marta, este edificio de estilo neoclásico quedó abandonado por casi 10 años. Posteriormente fue declarado “Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional” y en el 2002 se creó la corporación San Juan de Dios, con el objetivo de restaurarlo y convertirlo en centro cultural y académico. 


Es así como la Universidad del Magdalena se involucra en este proceso e inicia el proyecto de construir un museo dentro del edificio que ofreciera a sus visitantes la oportunidad para conocer y percibir las diferentes narrativas y lecturas sobre la historia, los hitos, los eventos, los personajes, los lugares y la cotidianidad que integran el carácter de la región, a partir de la concertación e interacción con las comunidades locales, académicas y científicas.

Disputas y datos que enmarcan la historia

Días atrás, en una clase fue una corta pero entretenida charla con mi profesor de escritura, me dijo un dato muy curioso sobre el cual investigué, en Santa Marta se fundó la primera facultad de Medicina, y averigüé, encontré información de la que nunca había leído y todo lo que albergaba el lugar que cayó en la desidia samaria.

La primera escuela de medicina que funcionó en el Hospital San Juan de Dios fue producto de una gestión municipal hecha por el acalde Tomás Abello Robles, sus aportes económicos e intelectuales de los médicos que ejercían en la ciudad: Grabriel Ujueta, Luis J. Guardiola, Guillermo Smyth y Cayetano Lombana. Su dedicación les permitió impartir formación científica a través de sus clases teóricas y prácticas. La escuela funcionó entre los años 1850 y 1857. Ante la necesidad de una  escuela de formación médica, el Presidente del Estado, Manuel Vengoechea decidió crear la Escuela de Medicina como parte de la Universidad del Magdalena el primero de enero de 1868. 

Al escuchar que había una licitación sobre este edificio decidí buscar más documentación que ayudara para realizar un trabajo más completo. Fui a la casa cural que está en la parte trasera del edificio y hablé con María Teresa Guzmán ´´Cuando empecé a trabajar aquí había una discusión sobre lo que sería el lugar, escuche que estaba catalogado como sitio de interés y valor histórico, por lo cual el gobierno debía tomarlo para que esta infraestructura se adecúe a la de un hotel cinco estrellas, todo enmarcado dentro de las normas de protección del patrimonio cultural´´, aseguró. 

Al continuar mi investigación decidí  preguntarle a mi hermano mayor, odontólogo egresado de la Universidad  del Magdalena, le pregunté si sabía algo sobre la licitación y respondió: poco sé sobre tal proceso, de lo que tengo conocimiento es que ese edifico una vez sirvió como sede de mi alma mater, también escuché que la Gobernación del Magdalena publicó una licitación para convertir el antiguo Hospital en un lujoso hotel teniendo en cuenta que el desarrollo de la infraestructura hotelera en el departamento y, específicamente en la ciudad de Santa Marta, es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo comercial, turístico y social de la zona.

Actualmente  lo que se conocía como el antiguo Hospital San Juan de Dios es un museo producto de la materialización de las políticas culturales de la Rectoría y de la Vicerrectoria de Extensión de la Universidad del Magdalena donde a través de sus tres salas permanentes y una temporal, las cuales son un aporte al fortalecimiento del arraigo y la identidad cultural de Santa Marta, y la Región Caribe colombiana. 


¿Qué piensa hacer la Gobernación con el edificio restaurado?

De nuevo se cierne una amenaza de abandono sobre el antiguo hospital San Juan de Dios de Santa Marta. Comenzó después de que la Universidad del Magdalena hiciera un enorme esfuerzo en recuperar el edificio, antes convertido en una ruinosa construcción que miraba al Caribe, como esos viejos hospitales de ultramar que describió Álvaro Mutis. No parece justo ni sensato, pero la Gobernación del Magdalena se ha dedicado a torpedear las nobles intenciones de la Universidad.

La remodelación se hizo bajo una figura: la Corporación Cultural San Juan de Dios. Y se recuperó el hermoso edificio para todos los samarios. Muchachos de todos los colegios podían visitar el antiguo hospital. Y los turistas también. Porque, además, la Universidad hizo posible un museo etnográfico, con un concepto museográfico sin par en este país. No se trata de un museo de cosas muertas en la historia, inconexas con el presente.

 Se trata de un museo cultural de tradiciones, de las distintas formas de ser caribe, de personajes y costumbres vivas; todo interconectado con archivos fotográficos, documentos históricos y bellas puestas en escenas de cuadros costumbristas, que dan testimonio del paso del tiempo sobre la ciudad esa bonita manera que tienen las ciudades de hacerse viejas. Zoraida Rodríguez es una adulta mayor que trabajó por muchos años en el área de salud y dice ´´cuando trabajaba en el Seguro Social alrededor de 20 años atrás se sentía la disputa que tenía El Estado, la Universidad del Magdalena y también la iglesia´´.


Pero, en esta patria parece que nada bueno dura mucho tiempo, aunque haya gente que lo resista. La Gobernación ha pedido durante mucho tiempo a la Universidad desalojar el antiguo hospital. Le dijeron a la Unimag marcharse con sus corotos, con su museo, con su labor cultural. 

¿Qué piensa hacer la Gobernación con el edificio restaurado? 

Ni idea. Parece que nadie sabe. Estaría bien que el Gobierno Central interviniera en esos planes tan improvisados. Entre otras porque la edificación fue declarada en el 2001 bien de interés cultural de carácter nacional. Para algo tendría que servir semejante título. Aquello de “carácter nacional” tendría que blindar al hospital de los caprichos de gobernadores de turno. Eso supongo yo. A menos que la orden de desalojo venga, precisamente, del gobierno de arriba, del Central.

En una breve llamada con el arquitecto Álvaro Ospino Valiente con profundo conocimiento en construcciones en la ciudad, ´´Cabe decir que en esa edificación también funciona el Archivo Histórico de Santa Marta, quizá uno de los más importantes de América´´, aseguró.
Sería muy triste que el antiguo hospital, restaurado por la Universidad, entrara de nuevo en el limbo administrativo. Y se presencie otra vez cómo se viene abajo. Triste también que lo convirtieran en un hotel de un montón de estrellas. Porque una vez más seríamos testigos de cómo lo público se convierte en privado, como las playas y el mar en donde funciona hoy la Marina Internacional.


Claro que es un llamado de atención. Al menos que se discuta a nivel nacional el destino del edificio. Y que tengan en cuenta, como nunca, al pueblo samario, sus habitantes de a pie, sus intelectuales, sus estudiantes.

La iglesia y su opinión

Un hotel cinco estrellas frente al mar, un Museo Antropológico, espacio para el Archivo Histórico del Magdalena o la nueva sede de la Diócesis de Santa Marta; son varias las propuestas que se han proyectado para utilizar la estructura del viejo Hospital San Juan de Dios. El único inconveniente, es que los proyectos mencionados, no corresponden a un solo propietario. La Gobernación del Magdalena y la Diócesis de Santa Marta, sostienen una pugna desde hace más de un siglo por esta edificación.

El sacerdote Vicente Castro encargado de la iglesia detrás del actual museo etnográfico argumenta ´´esto pertenece a la iglesia dado que poseemos escrituras que afirman mis palabras; tales escritos no son nuevos tienen alrededor de 50 años´´.


Después de ser considerado por el Ministerio de Cultura como un bien de interés cultural para el país en el año 1999, el Hospital San Juan de Dios vuelve a ser foco de atención para las administraciones siguientes. 

En el año 2011, durante la Gobernación de Omar Diazgranados, fue interpuesta una querella ante la Alcaldía para quedarse con la parte antigua del hospital. Fue la época en la que se habló por primera vez de un hotel cinco estrellas como posible uso en esta edificación.

Sin embargo, el hotel no se ha consolidado por el mismo dilema que ha existido entre la Iglesia de Santa Marta y la Gobernación del Magdalena.

Antiguos documentos y personajes que defienden la propiedad

Las dudas seguían sobre estas pugnas que hay entre las entidades ya mencionadas, fue en ese momento cuando decidí hablar con uno de los altos cargos de la iglesia católica en Santa Marta.  

En caso de recuperar el bien que por historia y ley le pertenece a la Diócesis de Santa Marta, Monseñor Obispo Ugo Puccini Banfi tenía una actitud comprensiva ante los hechos actuales y aunque manifestó que este edificio podría servir como sede de la Diócesis, también reconoció que también podría servir para impulsar a la ciudad: proyectos hay muchísimos, se puede trasladar la curia con todas su oficinas, nos hace falta un local más grande.
 
Proyectos, muchos, pero vendrá un nuevo Obispo, así que el hecho de que yo tenga en mi cabeza unas ideas con el Hospital San Juan de Dios, no quieren decir eso que sean los definitivos, porque de pronto reciben propuestas de un comprador que pueda hacer una cosa diferente para la ciudad, no se excluye la idea de otras propuestas. Santa Marta es una ciudad turística y por lo tanto serviría un proyecto que ayudara a proyectarla”.

De hecho para el Obispo de Santa Marta, las posibilidades de erigir otro hospital quedaron en el pasado. Según expresó monseñor Ugo Pucini Banfi, aunque la idea es encantadora, los nuevos sistemas de salud del país convertirían al Hospital San Juan de Dios en una hermosa fachada pero con prestación de servicios de salud  de calidad dudosa. También fue claro en decir que la Diócesis no tiene presupuesto para reconstruir o demoler el viejo hospital por lo que se muestra tranquilo con los planes que Dios tenga para este edificio.

Luego de una breve charla con el Obispo, opté por ir a la casa episcopal y ver si encuentraba a alguien profesional que tenga conocimientos en temas históricos.  William Hernández Ospino  es escritor, historiador, poeta y asesor cultural de Pucini quien se ha encargado de realizar una investigación exhausta estudiando los archivos notariales desde la Colonia hasta el día de hoy con el fin de apoyar los argumentos de la iglesia en caso de alguna nueva demanda o querella sobre el Hospital: 
``La parte antigua del  San Juan de Dios debe recuperarla la iglesia, y que no debe tomarse la parte moderna para un hotel sino que esta siga destinada para la cultura como la sede del Archivo Histórico de Santa Marta que se encuentra en situaciones nefastas y el Museo Etnográfico. Me parece un pecado contra Santa Marta sacar ese museo que está prestando un servicio a favor del conocimiento para hacer un hotel. Santa Marta tiene que despertar y adquirir consciencia de su patrimonio cultural”, afirma.

Cómo es actualmente

El antiguo hospital San Juan de Dios, declarado Bien de Interés Cultural, cuenta con tres salas permanentes que hacen un recorrido por la historia de los distintos grupos humanos que habitaron el Caribe, antes de la colonización española. En el museo se exponen distintos elementos que dan cuenta de la identidad cultural de la región.

El museo cuenta con estilo de construcción neoclásica y en su interior alberga tres salas: la primera es "Al vaivén de las olas del Mar Caribe y el Río Grande de la Magdalena", la segunda "La Sierra Nevada de Santa Marta: Tierra de Hombres y de Dioses" y por último la tercera sala "Santa Marta Santa´´.

Historia de la Medicina San Marta – página 69 – párrafo 2


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