Calidad y responsabilidad son los ejes centrales en la propuesta para mejorar el sistema de tránsito en la ciudad.
Por: Daisy Acuña
El transporte público en la ciudad de Santa Marta ha ido en
contra del progreso y desarrollo turístico, comercial e industrial que ha
tenido la ciudad en los últimos 10 años; construcción de centros comerciales,
expansión de barrios y conjuntos residenciales que muestran la apuesta
financiera que impera en la Perla del Caribe.
Sin embargo, el sistema de transporte aún no ha llegado a su
etapa de ilustración y perfección para estar acorde con una ciudad que apuesta
al desarrollo diario. Las busetas están en condiciones deplorables: sillas y cojines
dañados, piezas oxidadas y las dudosas o mejor dicho, las invisibles salidas de
emergencia en caso de un choque o colisión.
De hecho, el artículo 31 del Código de Tránsito de Colombia
exige que todo vehículo de transporte, colectivo de pasajeros debe tener, como
mínimo, una salida de emergencia. Y esto, con tristeza, no se ve en muchos de
los autobuses de la samaria, lo que refleja el desinterés por la seguridad y el
bienestar del pasajero.
Otro problema que se suma a este deficiente servicio es el
estado de las vías; llenas de huecos que sumado a la intolerancia de los
conductores (‘guerra del centavo’) manejan a una gran velocidad lo que puede
ocasionar un accidente o hacen que los
pasajeros salten como si estuvieran en un parque de atracciones.
Los días sin moto también han permitido corroborar lo
ineficiente e incapaz que resulta este sistema en la ciudad. Durante esos días
los buses colapsan; los abusivos y descarados choferes recogen cuanto pasajero
se les cruza sin importar qué tan peligrosa pueda ser la situación. De hecho,
es el momento en el que la persona que ‘disfruta cómodamente’ de su asiento se
convierte en la silla de otro pasajero.
Por tales motivos, el hecho de aumentar la tarifa del pasaje
en julio de 2013 fue tomado, por algunos como un insulto, pues la mala calidad
del sistema no apremia para tomar esa decisión. Sin embargo, entre los aspectos
que se analizaron para dicha sentencia fueron el aumento en aceites,
combustibles y llantas de los vehículos, así como el mantenimiento del parque
automotor público.
Alcaldía y su compromiso con el transporte
El 7 de mayo de 2013 el alcalde de Santa Marta, Carlos
Caicedo Omar, se apropió del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) y
convenció al Gobierno Nacional para que le aportara los recursos que le dieran
vida al proyecto.
“¡Salvamos el SETP!... Logramos la aprobación de 10 mil 500
millones de pesos de regalías directas, que nos permiten recibir de parte de la
Nación otros 36 mil millones de pesos, es decir, que serán 46.500 millones para
iniciar esta importante obra para el futuro de la ciudad” fueron las palabras
del alcalde Caicedo.
En octubre del mismo año, la Alcaldía Distrital socializó
una nueva apuesta para mejorar la movilidad de la ciudad: diez modelos de
transporte público fueron exhibidos en el parqueadero de la Sociedad Portuaria
para ser evaluados por la Administración Distrital.
Caicedo Omar afirma que las iniciativas de su gobierno
pretenden ser un instrumento de equidad y así beneficiar a las mayorías; “Por
lo general, tenemos que las clases menos favorecidas son las que viven en
lugares más apartados del centro. Los usuarios de transporte colectivo urbano,
en su mayoría, son de estrato 1, 2 y 3. Los otros sectores más pudientes,
tienen su movilidad asegurada ya que tienen vehículos propios”.
Una vez más, el mandatario expone su compromiso para
implementar un sistema sostenible de transporte, mejorando no solo la cobertura
sino la calidad del servicio, lo que beneficiará a todos los habitantes, en
especial, a los más vulnerables de la sociedad.
La tecnología siempre será una pieza clave para el avance en
los diferentes aspectos del ser humano. En este caso, la reorganización del
servicio se realizará a través del cumplimiento de las rutas autorizadas, una
herramienta satelital para el control de flota en los vehículos.
Cabe resaltar que entre las ventajas de la nueva estructura
del STEP se encuentra la tecnificación del recaudo para eliminar la guerra del
centavo, la profesionalización de los conductores y la integración del
transporte colectivo con el transporte turístico como la bicicleta o lo que se
denomina ciclo-turismo. (Fuente:
http://www.rcnradio.com/noticias/nuevos-modelos-de-transporte-publico-para-santa-marta-82880)
La propuesta ‘pinta’ bien por lo que hay esperar que la
buena fe y la responsabilidad de todos los actores se vea reflejado en un
sistema de transporte digno de una ciudad reconocida, no solo a nivel nacional
sino también, de forma internacional y más en la situación en que se encuentra:
sede de los próximos Juegos Bolivarianos.
Sería injusto culpar de todo a los dirigentes y conductores
sobre el estado de los buses. Los samarios también juegan un papel fundamental
en el desarrollo de su propia ciudad, la falta de cultura de muchos de ellos han
permitido que los vehículos de transporte público tengan una mala imagen no
solo con el ciudadano sino también, con el turista. Por ejemplo, anuncios
obscenos en los asientos; basuras.
Por lo que, no es solo dar un llamado de atención a los
políticos y líderes que velan por los intereses y beneficios de toda una
población, sino para que los ciudadanos (samarios o extranjeros) cuiden y
valoren lo que tienen en sus manos, es decir, se cultive y propague el sentido
de pertenencia.
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