Un lugar de comercialización donde Santa Marta refugia grandes negocios en la que a diario más de 250 personas trabajan en ella.
Por: María Fernanda Betancur
Santa Marta, una ciudad donde el comercio se da en una larga
calle conocida como la Quinta, lugar donde son más de 250 personas
aproximadamente las que trabajan en esta zona vendiendo diferentes productos y
servicios para la población samaria. En un recorrido que se inicia en la calle 22
con carrera Quinta hasta la calle 10 siendo las 8:15 a.m., los vendedores
ambulantes apenas comienzan a organizar su puesto de trabajo y la gran mayoría
de los locales comerciales se encuentran cerrados.
Al llegar a la esquina de la 22, lo primero que llama la
atención es un señor alto y delgado de voz fuerte que anuncia los titulares de
los periódicos que vende, seguido una señora vendiendo minutos sentada en una
pequeña silla con una mesa en la que hay 7 celulares amarrados con una cadena y
un letrero de color naranja que detalla el valor de los minutos; el ambiente se
percibe tranquilo y fresco, opuesto a lo que es la Quinta en las horas de la
tarde.
En la otra esquina de la 22 con Quinta, ya se encuentra
abierta una panadería, en ella unas cuantas personas desayunando, mientras
que los locales de alrededor están cerrados
y en el andén son apenas 3 vendedores ambulantes que están montando su puesto
de trabajo.
Rafael, un señor mayor estaba
de pie sobre una silla colocando en un árbol cabuyas para sostener el
techo de su negocio, me cuenta que lleva más de 15 años vendiendo cd con música
y películas en esa zona, afirma que no quiere cambiar de lugar su puesto de
trabajo, porque ubicado ahí ya lo conocen y tiene clientela; además, en el centro
existe mucha competencia y es mejor respetar para que los respeten, “este es mi
lugar y nadie, ningún aparecido va a venir a ponerse aquí porque saben que es
lo de cada quien”, aseguró Rafael.
Al adentrarte en la Quinta, estando ubicada entre la calle
22 y 21, solo hay un local abierto y es de venta de fritos, avena, jugos y
gaseosas, desde afuera se ven 2 trabajadores y en ese momento 2 personas desayunando.
En el andén eran 5 vendedores ambulantes de los cuales 2 venden ropa y bolsos (batas
largas, blusas con decoraciones artesanales, ropa para bebes, entre otros), un
señor que vende cosméticos para mujer y dos puestos más en los que se venden
juguetes y accesorios para el cabello.
Al otro lado de esa misma calle, pasado un corto tiempo,
eran más los vendedores ya listos para ofrecer sus productos, uno de ellos
vende ropa deportiva y busca la atención del cliente con la frase “ropa
deportiva para todos y resiste todo”.
En la esquina de la calle 21, El señor Jaime de
aproximadamente 55 años, vende mandarina, banano y uvas, lleva cerca de 10
vendiendo en esa esquina, llega faltando un cuarto para las ocho y empieza a
organizar las frutas para estar listo a las 8:30 am., todos días trabaja hasta
las 7:00 p.m., dependiendo de cómo fue el transcurso del día.
Entre la calle 21
y la 20 se observan 6 o 7 comerciantes que están organizando su puesto de
trabajo, venta de sandalias, forros para celulares, bolsos y demás. En la
equina de la calle 20 el almacén Spring Step ya se encuentra abierto con 3
trabajadores limpiando el local, y ahí mismo un señor que vende cd de música y
videos, tiene sonando con alto volumen música cristina, al lado de él una venta
de jugos naturales y fritos.
Entre la calle 20 con 19, se encuentra el éxito de la Quinta
que abre a las 9:00 a.m., en el espacio público de esa calle, 7 vendedores ya
estaban con su puesto de trabajo organizado, entre estos se encuentran ventas
de gafas, sombreros, libros para niños, frutas y jugos; al otro lado de esa
misma calle la droguería La Rebaja ya se encontraba abierta, los almacenes
estaban cerrados y de ese lado eran 5 vendedores ambulantes quienes estaban
organizando su puesto de trabajo.
En la calle 19 se encontraba un grupo de policías
organizando la división de la seguridad en esta zona dado que un superior
estaba señalando e indicando las órdenes correspondientes del día, una señora
de 45 años llamada Patricia tiene un carrito de helado, ésta ya se encontraba
lista para vender su producto. Entre esta calle y la 18, se pudo observar 4
trabajadores listos para el día, ofreciendo esmaltes, fajones y demás. El almacén Variedades La 5ta
ya está abierto, frente del local CalzaCosta está con todo su personal organizando para abrir sus puertas.
Al llegar a la 17 y 16, el comercio de vendedores ambulantes
aún no se encuentra, solo los jugos de la calle 16 están ofreciendo sus
servicios. Entre la calle 16 y 15, son varios los negocios que ya están a disposición
del cliente con ofertas de 2x1, pague 2 y lleve 1 entre otras. Al seguir esta
ruta, en la equina de la calle 14 se encuentra una venta de cd en la que suena
música cristiana y en la otra Manuel, un señor de más de 50 años que vende
fritos con avena y agua de maíz.
Se pudo observar que de la calle 13 hasta la 10 el comercio
aún no estaba organizado, eran 2 joyerías abiertas, 3 almacenes de ropa y zapatos
ofreciendo sus productos. Las droguerías y los restaurantes abren desde las 7
a.m., La Quinta es una zona de comercio entre las 7 de la mañana hasta las 9 de
la noche aseguró un policía de la zona.
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