Ganó
el record a nivel nacional de inmersión de 68 metros.
Por: Karina Correa
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| Carlos Correa |
Carlos inició su carrera de
buzo a los 9 años de edad, cuando su padre lo motivó desde niño a que se interesara en el tema del buceo,
porque él se dedicaba al buceo industrial. Nació en Tumaco, Nariño y se crió en
Santa Marta, y aunque son lugares muy lejanos uno del otro, el mar es su común
denominador.
Costeño por ambas partes,
Carlos desde entonces siempre tuvo un firme interés por el buceo libre. “Me
inspira a gente sencilla que vive feliz sin importarle las pertenencias o
bienes materiales, y que aun así logran ser productivos. Mahatma Gandhi, Bruce
Lee, el Dalai Lama, Jiddu Krishnamurti”, explica Correa.
El buceo libre consiste en
descender a grandes profundidades sin tanques de oxígeno, solo con preparación
física y mental. Una sola bocanada de aire basta para estar listo e iniciar una
lucha contra la presión que ejerce el mar en nuestros cuerpos. Sin embargo, Carlos parece estar plenamente adaptado
a este deporte extremo.
En el año 2002 inició su
propio club de entrenamiento de buceo libre con aquellos que también compartían
su gusto de no depender de un tanque para sumergirse como lo hacían algunos de sus amigos y conocidos. Inició con una
participación de limpieza en la bahía de Taganga por equipos. Fue patrocinado y
empezó lo que sería su mayor logro.
Carlos viajo y vivió 6 meses
en Nueva York, en el año 2009, donde luego partiría a Fort Lauderdale, ubicado en
el estado de Florida, donde se encuentra ubicado el FII (Freediving Instructors
International), una institución que certifica oficialmente a nivel
internacional a las personas que quieran certificar en otras partes del mundo.
Y así pudo convertirse en un instructor oficial de buceo libre y que certifica,
siendo pionero en Colombia.
‘Buceo libre, 70% mente, 30%
cuerpo’. Más que un deporte, el buceo libre se considera una disciplina.
Caribbean Cup Freediving Competition 2014, fue la segunda
competencia a la que ha asistido Carlos a nivel internacional. Ésta, tuvo lugar
en la isla de Roattan, Honduras. “El campeonato internacional llamado Caribbean
Cup Freediving Competition. Lo
obtuve en la modalidad llamada inmersión
libre o free immersio, la cual
consiste en descender usando la cuerda como medio de propulsión y con ayuda de
solo los brazos, sin aletas. 68 metros”, expresó Carlos.
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| Carlos, sumergido en el mar. |
Y aunque estudió finanzas y comercio exterior, su verdadera
pasión es trabajar en lo que más le gusta, y es ser instructor. El enseña fuera
y dentro de la ciudad de Santa Marta, donde actualmente vive. Se ha dado la
oportunidad de viajar a ofrecer sus servicios en Pereira, Bogotá, Medellín,
Tumaco, Coveñas, Barranquilla y Cartagena.
Su certificación es hasta el
nivel dos en buceo libre a nivel internacional, certificado con la econfederación
mundial de actividades subacuáticas CMAS y en Colombia está representada por la
federación colombiana de actividades subacuáticas Fedecas. A nivel local
trabaja con el centro de buceo Octopus en Taganga.
A pesar de que muchos no
tienen idea de que se trata esta disciplina, poco a poco ha ganado popularidad
en Colombia. Se presentó en el programa de televisión de entrenamiento ‘Feliz
Día’ en Telecaribe, entrevistado por Agmeth Escaf el pasado mes de
junio en vivo, donde todos pudieron conocer más acerca del buceo libre.
Como
disciplina implica mucho entrenamiento y hábitos de vida saludable, como ejercicios
y alimentación son indispensables. Carlos añade ciclismo y yoga para aumentar su
concentración a la hora de entrenar y preparar a sus alumnos en el mar.
Ha sido un
largo recorrido desde que mostró su interés por este deporte y con esmero ha
conseguido un reconocimiento a nivel latinoamericano de parte de la marca
italiana de buceo CRESSI. “Actualmente estoy en negociaciones con la prestigiosa
marca de buceo CRESSI para un patrocinio completo con equipos y viáticos para
2014. Eventualmente me apoyan amigos con lo que pueden en campañas que
desarrollo pero a la fecha no cuento con ningún patrocinador oficial en lo
absoluto”, dijo en tono esperanzador.
Lo más
importante para Carlos no es el dinero, sino la experiencia que le brinda el
buceo libre, que él mismo define en una palabra: libertad.
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