‘Japón compra café colombiano, pero exige que sea el de
la Sierra Nevada’.
Por: Juan De la Ossa
Pronosticar
una buena cosecha de café en algunas áreas de la Sierra Nevada de Santa Marta,
es casi una utopía con la que muchos caficultores sueñan en estos tiempos de
sequía, aunque en los últimos años el gremio cafetero logro aumentar de 0,8 a
1% la producción total de exportación, lamentan la perdida de muchos cultivos que
se han secado por la falta del recurso hídrico.
‘En
mayo empezaron a florear algunas hectáreas, pero en este momento están
prácticamente disecadas porque ya tenemos meses sin aguaceros.’ afirma en un
tono de lamento Edilberto Riatiaga,
propietario de una de las haciendas cafeteras del corregimiento de Bonda, y
quien aspira a las elecciones para delegado al congreso nacional de cafeteros
por el magdalena. Ratiaga, quien lleva toda una vida a la producción del grano, lamenta que algunos
sectores en la Sierra hayan tenido que desterrar definitivamente de sus
cultivos al café, por culpa de la despiadada deforestación.
Pero
la tragedia parece tener un peso más mayúsculo
si tenemos en cuenta que en la actualidad Japón, se ha convertido en uno de los
nuevos clientes del café colombiano más exactamente del que se cosecha en la
Sierra, ya que según los comerciantes orientales, la suavidad de los granos los
hace indispensables y únicos como la sierra que los produce.
Pese
a que el agua que carecen algunos campos productivos no es tan indispensable
para su proceso como lo afirma Alfredo Ricaurte, si es de vital importancia
para su riego y crecimiento.
Conscientes de la falta de agua
Una
de las consecuencias siniestras que amenaza a la región del Magdalena, sería la
pérdida total de muchos cultivos cafeteros que se asientan en las estribaciones
de la Sierra. La penuria del recurso hídrico que azota a toda esta zona tiene
aterrados a gran parte de los propietarios asociados en la federación de la
capital del Magdalena.
Según
Armando Perea, quien también aspira a un cupo en la Federación Nacional de Cafeteros
en representación del Magdalena, la naturaleza pareciera cobrarle al hombre en
especial a los cafeteros, la contaminación que estas fincas aportaban al medio
ambiente impurificando las vertientes hídricas que nacen en las partes altas de
la montaña costera más grande del mundo que por supuesto cruzan sus fincas
hasta desembocar en el mar de Santa Marta.
‘Anteriormente
los cafeteros al desgomar los granos de café, utilizábamos cantidades exorbitantes
de agua que luego precipitábamos en la quebrada’. Testifica Perea, quien hoy en
día cuenta con un sistema ahorrativo de agua, que hace que los cafeteros no
solo controlen más el despilfarro, sino que aprendieron a reutilizar el líquido
que tanto añoran descontaminándolo en un sistema de tratamiento de aguas miel,
que posteriormente es utilizado en el riego y abono de otras plantaciones para
el consumo de los humanos.
Todos
esos adelantos industriales con los que cuentan los cafeteros asociados en la Federación,
permiten a los latifundistas de hoy en día, economizar hasta un 50% del agua
que utilizaban cuando en sus haciendas eran más artesanales. ‘nosotros solo
utilizamos agua para el lavado del grano, posterior al desgome. El desgome de
hoy básicamente es introducir los granos en un cilindro de fricción que expulsa
la concha por un tubo, y saca el grano por otro para luego lavar. Explica
Armando Perea, quien dice ser el más interesado en colaborar con el ecosistema.
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