martes, 9 de septiembre de 2014

Un tinto sin agua

‘Japón compra café colombiano, pero exige que sea el de la Sierra Nevada’.


Por: Juan De la Ossa


Pronosticar una buena cosecha de café en algunas áreas de la Sierra Nevada de Santa Marta, es casi una utopía con la que muchos caficultores sueñan en estos tiempos de sequía, aunque en los últimos años el gremio cafetero logro aumentar de 0,8 a 1% la producción total de exportación, lamentan la perdida de muchos cultivos que se han secado por la falta del recurso hídrico.

‘En mayo empezaron a florear algunas hectáreas, pero en este momento están prácticamente disecadas porque ya tenemos meses sin aguaceros.’ afirma en un tono de  lamento Edilberto Riatiaga, propietario de una de las haciendas cafeteras del corregimiento de Bonda, y quien aspira a las elecciones para delegado al congreso nacional de cafeteros por el magdalena. Ratiaga, quien lleva toda una vida a la  producción del grano, lamenta que algunos sectores en la Sierra hayan tenido que desterrar definitivamente de sus cultivos al café, por culpa de la despiadada deforestación.


Pero la tragedia parece tener un peso  más mayúsculo si tenemos en cuenta que en la actualidad Japón, se ha convertido en uno de los nuevos clientes del café colombiano más exactamente del que se cosecha en la Sierra, ya que según los comerciantes orientales, la suavidad de los granos los hace indispensables y únicos como la sierra que los produce.
Pese a que el agua que carecen algunos campos productivos no es tan indispensable para su proceso como lo afirma Alfredo Ricaurte, si es de vital importancia para su riego y crecimiento.

Conscientes de la falta de agua




Una de las consecuencias siniestras que amenaza a la región del Magdalena, sería la pérdida total de muchos cultivos cafeteros que se asientan en las estribaciones de la Sierra. La penuria del recurso hídrico que azota a toda esta zona tiene aterrados a gran parte de los propietarios asociados en la federación de la capital del Magdalena.

Según Armando Perea, quien también aspira a un cupo en la Federación Nacional de Cafeteros en representación del Magdalena, la naturaleza pareciera cobrarle al hombre en especial a los cafeteros, la contaminación que estas fincas aportaban al medio ambiente impurificando las vertientes hídricas que nacen en las partes altas de la montaña costera más grande del mundo que por supuesto cruzan sus fincas hasta desembocar en el mar de Santa Marta.

‘Anteriormente los cafeteros al desgomar los granos de café, utilizábamos cantidades exorbitantes de agua que luego precipitábamos en la quebrada’. Testifica Perea, quien hoy en día cuenta con un sistema ahorrativo de agua, que hace que los cafeteros no solo controlen más el despilfarro, sino que aprendieron a reutilizar el líquido que tanto añoran descontaminándolo en un sistema de tratamiento de aguas miel, que posteriormente es utilizado en el riego y abono de otras plantaciones para el consumo de los humanos.

Todos esos adelantos industriales con los que cuentan los cafeteros asociados en la Federación, permiten a los latifundistas de hoy en día, economizar hasta un 50% del agua que utilizaban cuando en sus haciendas eran más artesanales. ‘nosotros solo utilizamos agua para el lavado del grano, posterior al desgome. El desgome de hoy básicamente es introducir los granos en un cilindro de fricción que expulsa la concha por un tubo, y saca el grano por otro para luego lavar. Explica Armando Perea, quien dice ser el más interesado en colaborar con el ecosistema.
 

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